CATECISMO CATÓLICO

por HFH Reuvers



LA PRIMERA TABLA DE MOISÉS

Cuando los israelitas marchaban desde Egipto hacia la tierra de promisión durante cuarenta años, Moisés recibió los diez mandamientos de Dios en el monte Sinaí. Éstos mandamientos fueron cincelados en dos tablas de piedra. En la primera tabla estaban los tres primeros mandamientos. Dicen que tenemos que amar a Dios sobre todo:
"Yo soy el Señor tu Dios. No honrarás a ídolos, pero solamente a Mí, y amarás a Mí sobre todo. No tomarás el nombre del Señor tu Dios sin veneración. No olvides que tendrás que sanctificar el día del Señor."

Ya he escrito sobre ídolos en sección 1.5.3. No podemos exagerar ninguna cosa. El dedicarse a algun bien con alma y vida, por ejemplo a nuestro medio ambiente o al tercer mundo, es laudable. Sin embargo, tenemos que acordarnos que cada bien mundano es relativo por su propia naturaleza. En la práctica, ésto quiere decir que tenemos que usar los medios democráticos apropiados cuando estamos afanandonos por conseguir tal ideal mundano. Si por desgracia no hay democracia en ciertos paises, la gente puede protestar de eso sin usar violencia, pero no pueden nunca usar terror.
Un católico puede adorar a Dios como Dios se manifiesta en la santa misa y en el tabernáculo bajo la forma de pan y vino. San Tomás de Aquino ha expresado ésto en el himno "Adoro Te". Aquí sigue la última estrofa en español: "Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego, que se cumpla lo que tanto ansío: que yo seré feliz cuando estaré viendo la gloria de tu rostro revelado."
Por supuesto, la blasfemia es un mal, aunque generalmente no ocurre con intento malicioso.
Sobre nuestros deberes del domingo ya he escrito en sección 1.2.3. Es lástima que el comercio domine el domingo siempre más. Aunque hay que existir algunas facilidades los domingos, para que podamos irnos a alguna parte para relajarnos, y aunque algunos servicios no pueden pararse sin daño, no hay alguna buena razón para abrir bazares o almacenes de ropa hecha los domingos.


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