CATECISMO CATÓLICO

LA COMUNIDAD DE LOS SANTOS

Dios espera que todos devendremos en santos. Tres partes componen la comunidad que es la Iglesia: Las almas que están todavia viviendo en la tierra forman la Iglesia militante, las almas en el purgatorio forman la Iglesia sufriente (más adelante hablaremos de ésto otra vez), y la Iglesia triunfante contiene las almas que ya están en el cielo. Éstas tres partes juntas componen la comunidad de los (candidatos para devenir en) santos.
Los santos pueden ayudarnos desde sus lugares en el cielo por medio de suplicar a Dios que nos ayude, conque el rogar la intervención de los santos tiene sentido. Por ejemplo, puedes rogar a tu abuelo difunto o a alguien a lo que la Iglesia ha canonizado. También podemos orar por las almas en el purgatorio y rogar a Dios que las tomará en el cielo.
Hay santos patronos para muchas cosas. Por ejemplo, San José, el padre adoptivo de Jesús, es el patrono de las familias. Como carpintero, es también el patrono de los obreros. Y porque murió en los brazos de Jesús y la virgen María, también devino en el patrono de la muerte bienaventurada.
Todos recibimos a un propio patrono cuando somos bautizados. Mi propio patrono es el emperador Enrique II del Sacro Imperio Romano Germánico, que vivía cerca del año de gracia 1000.

En los primeros siglos después de Cristo había muchos mártires santos. Algunos de entre ellos rehusaban adorar al emperador romano y fueron echados antes de leones hambrientos. Santa Cecilia rehusaba abjurar su fe y fue decapitada. Ella es la patrona de la música eclesiástica. Todos éstos mártires murieron de amor a Dios y al hombre. (Hoy en día, alguna gente los llama mártires a los terroristas que se suicidan, pero incorrectamente.)
En la edad media había muchos misioneros santos, confesores y fundadores de monasterios. Por ejemplo San Bonifacio, el patrono de Alemania, o San Benito, fundador de los benedictinos.
En la edad moderna, hay también numerosos santos. Mi madre tenía una hermanita llamada 'Treesje (Teresita)'. La santa de su nombre era Teresa de Lisieux, la paladina del 'caminito del amor', que era muy popular en esos años. Como su santa patrona, nuestra Teresita murió de tuberculosis. ¿Quizás sea otra señal de Dios?