CATECISMO CATÓLICO

por HFH Reuvers



EL PUEBLO ELEGIDO Y LA TIERRA DE PROMISIÓN

En el Antiguo Testamento, la Biblia testifica que Dios les ha prometido una descendencia numerosa a los patriarcas Abrahán, Isaac y Jacob. Al hijo más honrado entre los doce hijos de Jacob, sus hermanos celosos lo vendieron a un egipcio, pero luego este hijo desgraciado devino en el virrey de Egipto. Pardonó a sus hermanos, y éstos hermanos también se trasladaron a Egipto. Sin embargo, gradualmente las doce tribus de Israel devinieron en esclavos en Egipto. Entonces, Moisés obtiene una visión, en la que Dios le encarga que conduzca al pueblo de Israel de vuelta a la tierra de promisión. Caminan durante cuarenta años a través del desierto, y Dios les da los diez mandamientos a los judíos y los alimenta con maná. Vemos cómo pierden la esperanza y se rebelan de vez en cuando, y los vemos cuando están danzando en torno del ternero dorado, pero también nos enteramos de que Dios les ayuda cuando se arrepienten. Después de cuarenta años, los judíos ocupan la tierra de promisión que fluye leche y miel.

Entonces, no es mucho que los judíos suelen decirse 'el pueblo elegido'. Pero veremos luego cómo ésta elección se relaciona sobre todo con el Hijo de Dios, quien nació en medio de éllos. La tierra de promisión es una prefiguración del cielo, y el pueblo de Israel es una imagen de toda la humanidad. El camino a través del desierto representa nuestro camino de vida, y el maná es el pan de vida que recibimos en la santa misa. Todas esas cosas aparecen manifiestas en el Nuevo Testamento.

Ahora pues, cuando los judíos no reconocen que Jesús es el Mesías esperado desde la tribu de David, y insisten en que la elección de los judíos sea exclusiva, aun después de la vida de Jesús en la tierra, entonces se engañan. ¿Cómo es posible que tenían a Jesús entre éllos, y siguen negando a Él?
Hoy en día, mucho tiempo después de la diáspora, no tienen un derecho exclusivo de poseer la tierra de Israel. Pero, como los palestinos y toda gente, tienen derecho a una vida en paz y seguridad. Entonces, tenemos que buscar una solución aceptable del conflicto en el Oriente Medio.


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