CATECISMO CATÓLICO

por HFH Reuvers



DOLOR Y MAL EN EL MUNDO

Hay mucho dolor y mal en el mundo. Propongo que nos olvidemos de cáncer y sida por ahora, y no hablemos tampoco de homicidio, guerra o hambre. Recientemente leí algo muy distinto. En pleno Pacífico, en un remolino entre San Francisco y Hawaii, una enorme cantidad de desperdicios plásticos está flotando, concentrada en una parte del océano que es al menos tan grande como Francia y España juntas. Yo creo que es la prueba final que el hombre es un chapucero.
Aunque personas individuales pueden ser muy hábiles y nobles, el hombre 'como especie' parece ser incapaz de guardar el mundo. ¿El progreso existe de verdad? ¿Nos extinguiremos, lentamente pero seguramente, en la lucha contra la contaminación de nuestro medio ambiente, porque el nivel de consunción determina el rango de un hombre? (Quienquiera que no tiene un estragador de la atmósfera sobre cuatro ruedas en su garaje, ya está fuera del corriente de las cosas en algunos círculos.)
Ya hay una grande cantidad de pruebas de nuestra insuficiencia: por ejemplo, las bombas atómicas que fueron expulsadas sobre el Japón, las trincheras durante la primera guerra mundial, el holocausto, la pestilencia medieval y el terrorismo moderno. Cuandoquiera que nos concentramos luchando contra un mal, en otra parte un nuevo absceso estalla.

Por otro lado: en los terrenos de los derechos humanos, la emancipación y la democracia, hay un gran progreso.
Mi vista de la vida es bastante optimista, porque yo estoy muy bien, gracias a toda la gente fantástica en torno de mí. Hay un gran número de cosas hermosas en la tierra: niños, flores, amor verdadero. El reino de Dios está entre nosotros, gracias a Jesucristo sobre todo.
Estoy enterado de que yo tengo que contribuir para un mundo mejor, y comenzar en mi propia vecindad. Tenemos que empezar un diálogo con fanáticos que son cortos de vista, para impedir que el mundo pueda devenir en un infierno.
Pero no tengo ninguna ilusión. Nunca tendremos ningun cielo en nuestra tierra. Cada criatura es limitado y imperfecto, y lo mismo es aplicable al cosmos en su totalidad. Puede ser que el cosmos implosionará; en tal caso ésto sería el apocalipsis, la 'consumación de los tiempos'. Hasta ése momento, Dios no perfecciona enteramente al mundo.


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