PEDRO PUDÍN DE PAN Y LOS MANAGERS
Después de los estresantes elecciones de 2002, el rey le encargó al líder del
Partido Durable la formación del nuevo gabinete. El encargado tenía presente como ministro de agricultura a
dr JJJA Suero de Manteca, quien de niño había pasado tantas vacaciones en granjas que sabía
de carretilla el ramo. Pero al fin le ofreció el ministerio de enseñanza.
Suero hizo al encargado esperar la respuesta durante diecisiete largos minutos. Pero tenía
concluido un nuevo Plan de Enseñanza inmediatamente después. Se le ocurrió que por muchos años
se irritaba de que los estudiantes más jóvenes ya tenían que cargar con carteras pesadas.
Además, su cuñado tenía a cuestas una colección gigantea de laptops. En resumen,
iba a darle un laptop a todo escolar, y abolir el uso de libros.
En el Liceo Azimut, en el que Pedro Pudín de Pan enseñaba la lengua árabe
(¡sí!), el director de repente tuvo que retirarse.
Nombraron a un nuevo director ad interim para dar cuerpo a las
alteraciones. El nuevo se llamaba Guillermo Charlador, un verdadero manager. Estaba conocido por su amor a autos
antiguos de juguete. Muchas veces decía de burla que siempre quería poseer más dinky toys
que empleados.
El manager convocó el consejo de la escuela en seguida para informar a todos sobre el nuevo viento que
iba a soplar a través de la escuela. Abolido el uso de los mohosos libros, el futuro pertenecía al Internet.
Aun los estudiantes más jovenes iban a llegar a la escuela con flamantes laptops, silbando
canciones alegres, y los profesores iban a llegar en bicicleta con las manos en los bolsillos de pantalón.
Por desgracia no le gustaban las reformas al viejo colega Ratón de Anteojos.
Tenía cincuenta años de edad y se quejaba de que le dolía el leer del monitor.
Char lo invitó a su cuartel general y lo encantó con café y pastas. Pidió informes acerca del
salud de Ratón y de señora Ratón y los pequeños Ratoncitos.
Salido el ratón de biblioteca, el manager llamó por teléfono al servicio médico.
Dentro de una semana, el Anteojos estaba desempleado .
Por suerte había empleados flexibles también. Ellos siempre habían estado en contra del
cargar con libros. Comenzaron a seguir unos cursos del internet, y hacer sitios web magníficos con enlaces a la
literatura más adecuada en el internet. Formaron una comisión para el estilo gráfico del Liceo y una
comisión para la adaptación de los locales y el conjunto de muebles.
Y organizaron un mercado de libros donde los enfermizos de fuera del Liceo podían comprar los nuevos libros del
año pasado por cuatro cuartos.
A Pedro Pudín de Pan no le gustaba el tumulto con los libros y los laptops, pero prudentemente se abstenía
de hacer comentarios. Ante sus estudiantes citaba unos sitios web que mencionaban buenos libros y les explicó
cómo podían comprar los libros barato para estudiarlos a casa.
Durante las reuniones del personal docente solamente comentaba unos detalles secundarios y se callaba por lo demás.
Después de tres meses cayó el gabinete. Tras un partido de fútbol habían cogido a un
ministro del Partido Durable en el uso de nandrolona. Sobrevino un crisis del gabinete ('la noche de las hachetas'), y
por las nuevas elecciones el Partido Durable perdió casi todos sus escaños. El Partido de la Resurrección
formó un nuevo gabinete en el que Suero de Manteca no era ministro.
Los maestros y profesores deseaban con pasión la vuelta de los libros. Reemplazaron a Charlador por un
director más moderno. Pedro Pudín de Pan llamó la atención de sus colegas a los talentos
inempleados de Ratón de Anteojos, quien todavía estaba a casa. El Ratón pronto volvió al Liceo,
y los colegas le dieron la bienvenida con mucho entusiasmo.