CATECISMO CATÓLICO

por HFH Reuvers



LA IGLESIA SE ESTABLECE EN EL OCCIDENTE

Para comprender la Iglesia de hoy, es útil saber algo sobre su historia.

Ya vimos que, en la época romana, el joven cristianismo adoleció mucho de persecuciones. Pero el número de cristianos crecía despecho de opresión. El emperador romano Constantino el Grande vio durante una batalla decisiva una gran cruz en el cielo con circonscripción In hoc signo vinces (Con ésta señal vencerás). Ganó la batalla, les dio a los cristianos libertad de religión, y de aquí en adelante se llamaba emperador 'por la gracia de Dios'.
(También fundó la ciudad de Constantinopla, que era fundamentalmente cristiana. Más tarde, ésta llegó a devenir en la capital Bizancio del imperio romano oriental y el centro de la Iglesia griega ortodoxa, que iba a deviarse de la Iglesia romana católica solamente en puntos relativamente menores. Hoy en día, es la ciudad turca de Estambul.)
Solo en su lecho de muerte, Constantino hizo a alguien administrarle el bautismo. Ésto pasó en el año de gracia 337.

Durante los siglos siguientes, tribus germánicas, eslavas y asiáticas invadieron el imperio romano. En la región galorromana sojuzgada donde ahora está Francia, los francos paganos formaban la clase alta. Sin embargo, en 496, su rey Chlodovech se hizo bautizar en Reims junto con una gran parte de su séquito. Desde monasterios en Inglaterra y Irlanda, donde el cristianismo había podido sobrevivir durante la migración de las naciones, misioneros vinieron a la Europa continental.
Finalmente, el rey Carlomagno pudo sojuzgar una gran parte de Europa occidental y salvaguardar la región sojuzgada contra los ataques de los musulmanes, eslavos y vikingos. Ahora quiso restaurar el antiguo imperio romano en una variante católica. Para eso, se alió con el papa, y en 800 el papa le coronó emperador en Roma. Bajo la dirección de Carlomagno, una civilización cristiana se realizó en el Occidente.
Sin embargo, después de su muerte, el imperio fue dividido en tres partes conforme a la ley franca de sucesión: una parte occidental que iba a devenir en Francia más adelante, una parte en el medio, y una parte oriental que iba a desarrollarse en el santo imperio romano de la nación germánica. Reyes estaban luchando contra vasallos rebeldes, y papas contra emperadores que querían nombrar obispos. Por eso, la vida no podía nunca ser tan bella como durante el reino de Carlomagno.


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