CATECISMO CATÓLICO

por HFH Reuvers



SEÑALES Y MILAGROS

Como un niño cree en los reyes magos, acepta todo lo que sus educadores le dicen. Jesús camina sobre el agua, calma la tormenta con un solo gesto, cambia el agua en vino, etcétera. Todas esas cosas impresionan fuertemente el alma de un niño, y le ayudan a creer que Dios se reveló a nosotros en Jesús.
Sin embargo, aunque la mayoría de los adultos no toman éstos cuentos literalmente, pueden aceptar la esencia de la Buena Nueva. La biblia no miente. Solamente dice lo que los apóstoles han VISTO. Una visión es hasta cierto punto como un sueño. Algunos lo veen, pero otros no lo veen. Por ejemplo, Santa Bernadetta veía a la virgen María en Lourdes, mientras los otros niños que estaban con Bernadetta no veían nada. Ésto no hace la visión de Bernadetta menos importante, porque las investigaciones han mostrado que Bernadetta ha continuamente dicho la verdad sobre las cosas que ha visto y oído, a saber que la virgen María ha aperecido delante de ella sola y que ha hablado a ella. Verdaderamente, una visión es más real que un sueño hasta el punto de que Dios hace ocurrir algo fuera de la fantasía del observador.

Entonces, ¿qué sobra en el Evangelio cuando no tomamos literalmente cada cuento milagroso? Más que suficiente. Jesús claramente impresionaba mucho a la gente por su carisma. Por la manera de que obra, revela quien es. "Id y haced saber a Juan las cosas que oís y veis: Los ciegos ven, los cojos andan ... y a los pobres es anunciado el evangelio." (Mateo 11, 4-5)
Los católicos creen que Dios puede intervenir en Su propia creación de una manera milagrosa, como siempre que crea a un ser viviente o aun a un hombre. Puede suprimir las leyes de la naturaleza. Sin embargo, cuandoquiera que algo milagroso ocurre, siempre tenemos que investigar si podemos explicarlo de una manera natural. Además, los evangelistas querían acentuar el sentido symbólico de los cuentos.
Para una canonización, la Iglesia demanda que tres milagros sean relatados que han pasado por intercesión del santo. Las más veces, son curaciones milagrosas. Por medio de señales como éstas, Dios elucida que el aspirante está en el cielo.


catecismo


HOME